Metamorfosis de arbóreo


Y a veces quisiera mutar,
desvanecer la desgraciada forma
que en mi andar marchita el verde césped
tras la caída de mis corrosivas lágrimas,
en algo mejor, un árbol, porqué no.
Abandonar la razón humana,
perder el instinto.
No necesitar más que las saladas gotas
que del cielo, tarde o temprano,
indefectiblemente brotarán.
Despreocupar mi esencia de aquello que quizá
nunca tuvo sentido.
Ocupar tan sólo una pequeña parte
de un vasto jardín,
cautivando al menos a una persona
que a su verde consuelo acude.
Ser anfitrión de felinos,
hogar de graciosas aves que con su cantar
retribuirían el espacio cedido.
Tantos buenos motivos como para un tan simple
árbol desear ser.
Tan poco por lo que desear la animada existencia
aún desear preservar...
Fundirme en la eternidad del no volver a sentir jamás.

No hay comentarios: