Caprichosa tenacidad

¿Qué vale mas, ella o tú?
Me preguntas nuevamente
Mientras mi propio silencio
Me incomoda penitente.

Y al levantar mi mirada sutilmente
Tus ojos complacientes me demuestran
Que compadeces y comprendes nuevamente
La naturaleza de mi romántico ademán.

E indagando en la confusa situación
Interpelas mi tenaz decisión
De aferrarme a un rostro que no brilla,
Ni sueña ni susurra por mi voz.

Y nuevamente el silencio me señala,
Evidente responsable de mi obrar,
Acusándome de terco y necio
Sabiéndome conocedor de algún final.

Y es que ciertamente sobre mí espalda pesa
El innegable capricho del deseo,
Que ilusorio alimenta mi existencia
Aún sabiéndolo un placebo temporal.

Y de repente fuertemente me sacudes
Intentando devolverme mi razón
Al verme lejos de un final al menos triste,
Más bien en total desolación.

Y es el rechazo el que resuena en mis oídos,
Y el destrato que mis manos han sentido,
Lo que contigo aún aqui a mi lado
No razono y no logro asimilar.

Y si me preguntas nuevamente luna mía,
Si más vale su presencia o mi entereza
Ya conoces la respuesta aunque pese:
La tristeza mi camino va a adornar.