Luto

Creo que estoy de luto. No estoy seguro de a quién o a qué despido, pero siento su ausencia. Yo sigo aquí. ¿Y por dentro? ¿será por fuera? ¿O más bien alguien?  Ante la confusión me disfrazo de entereza: no hay por qué llorar sin saber por qué.  De todos modos, ese traje no me queda y prontamente cae desnudándome nuevamente. Por momentos me preocupa más comprender la pérdida y otros simplemente el placebo del desahogo. De repente suelo detener a esa mitad de mi ser que sin consultar sabotea toda mi energía en lamentar de mil maneras y buscar respuestas que no llegarán y poco importan. Lo aborrezco. Si tan sólo pudiera deshacerme de la carga de su esencia. Sin embargo, de algún modo siempre regresa. A veces creo vivir en un bucle eterno.   Creo que estoy de luto hace tiempo. No sé por qué ni por quién, pero me gustaría decir adiós antes de que me lleve consigo.